Ahora supondremos un caso de un adolescente de 16 años que padece Dislalia Audiógena. Nosotros somos el profesor de la asignatura de Filosofía, en 4to Medio.
Este trastorno se debe a que la persona no puede oir adecuadamente lo que altera su pronunciación. La hipoacusia (disminución de la capacidad auditiva) provoca los siguientes problemas:
- Problema de adquisición del lenguaje.
- Dificultad en el aprendizaje de conceptos escolares.
- Trastornos de afectividad.
- Alteraciones del comportamiento social.
Sabemos que el estudiante está afectado por tales problemáticas generadas por su trastorno auditivo, lo que nos dará los lineamientos y carácteristicas generales de su individualidad y del cómo debemos evaluar.
¿Cómo evaluaremos?
Primero que todo debemos descartar evaluarlo "Oralmente" pues el estudiante se verá aproblemado por su falta de pronunciación lo que influirá negativamente en su autoestima. Las evaluaciones que podríamos realizar serían las siguientes:
Prueba Escrita: es importante destacar, primeramente, que es probable que nuestro estudiante tenga dificultad para aprender conceptos durante el desarrollo de la asignatura, por lo que habrá que encontrar una manera visual y dinámica de enseñárselos. Por ejemplo podemos vincular la teoría con su entorno inmediato (estamos pensando en una clase acerca de la teoría Hilemórfica de Aristóteles donde podría identificar en la vegetación del jardín de su colegio Materia y Forma); podemos dar diferentes ejemplos del concepto orientándolo al conocimiento previo del estudiante (generando de esta manera aprendizaje significativo); ayudarle con textos que definan y ejemplifiquen, fácilmente, el concepto. Así la prueba debería con ítemes diferentes (Verdadero/Falso, Selección Múltiple, etc) que incluyan preguntas que vinculen la teoría con su realidad contextual.
Además podríamos realizar una serie de Evaluaciones Formativas de trabajos escritos y de investigación aplicándoles una puntuación que motive al estudiante. Las actividades serán de caracter eminentemente de lectura guiada por el profesor, así como también algunas que se refieran a la observación de fenómenos de su entorno inmediato (como los expuestos anteriormente). De esta manera generamos aprendizajes significativos para nuestro estudiante.
¿Qué adecuaciones podríamos hacerle al currículo?
Desde el punto de vista de nuestro contexto con el estudiante con dislalia audiógena y en base a lo que sabemos de su trastorno, deberemos intentar priorizar las materias en Filosofía que sean eminentemente prácticas y no tan teóricas (en el mayor grado posible) por el impedimento del estudiante de comprender adecuadamente los conceptos que, como es sabido, son tantos en esta asignatura. Así podemos excluir puntos que sean extremadamente conceptuales y/o transformárlos en actividades prácticas donde pueda comprenderlos más básica o general.
De esta manera podremos acercar al estudiante al currículo con sus características personales y lo enriqueceremos por considerarlo posibilitado para aprender igual que los demás.
Nuestro estudiante, en base a lo anteriormente dicho, podrá estar en las mismas condiciones que sus demás compañeros de acceder al conocimiento filosófico, obviamente desde su propio punto de vista o circunstancia, siendo evaluado de acuerdo a sus limitaciones (auditivas y lingüisticas) y quedando integrado dentro del proceso enseñanza-aprendizaje que es el comienzo del camino hacia la Inclusión, que es la meta.
jueves, 22 de noviembre de 2007
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